
Mientras apunto las últimas notas de esta tan profundamente árida como disfrutona como es la vida, siento decirte que la despedida que me hayo en tí, es una verdadera gozada haberla vívido contigo.
La mitad de mi vida me has querido, me has aconsejado, y nunca me has abandonado. Siento mucho que nos tengamos que separar muy pronto o en un futuro cercano de nuestras vidas.
Maldigo los días que no me porte bien contigo, ahora sé lo que es dar cariño del bueno, y eso lo aprendí de tí, dar cariño y amor, y esperar lo mismo de mí, sin pedir nada a cambio.
Todos nos tendremos que ir algún día de este mundo, quizás a menudo no nos lo hacemos a la idea, pero cada vez que pasan los años, te das cuenta que nos queda la palabra dada de un «te quiero». Un «te quiero de verdad», de ida y vuelta, como unas colombinas de Huelva, haciendo alusión a la provincia de donde viniste en el año 1959 con nueve años a Peñarroya Pueblonuevo.
Descubriste el amor en este pueblo del norte de Córdoba, municipio minero, y en el cuál te casaste con uno de ello en el 17 de Abril de 1976, casi cincuenta años de casados, creaste una familia numerosa, y con tus tres hermanos mayores, y junto a tu hermana que ejerció de madre proctetora y desde bien pequeña contigo hasta el día de hoy, porque se murió tu madre con sesenta años de la misma enfermedad que padeces tú, pero con una diferencia, que tú aún sabiendo el final que te espera, te irás sabiendo que aunque te haya vencido la enfermedad, dejarás aquí en esta tierra, un inmenso mar azul como tus lindos ojos, porque ninguno de tus hijos y nietos los hemos podido sacar.
Y aún refugiándome en la esperanza que en algún sitio nos volveremos a ver, que sepas y te lo digo desde esta sección de mi blog, «Mentes Sanas», y en homenaje a tí a mamá: » Ha sido un placer estar contigo estos 40 años». En dónde he aprendido, «que jamás hay que rendirse y bajar nunca los brazos».
Contigo estaré hasta el final, !Eso no lo dudes!
Te quiero, mamá, aquí y donde estés.
Sergio Delgado Cintas